La policía de Brasil detuvo ayer en Río de Janeiro a los supuestos asesinos de la activista y concejala de Rio de Janeiro Marielle Franco. Se trata del sargento retirado de la Policía Ronnie Lessa, arrestado en su residencia en el barrio Barra da Tijuca, en el mismo predio donde vivió el presidente Jair Bolsonaro hasta su asunción. También fue detenido su cómplice, Elcio Vieira de Queiroz, expulsado de la policía hace 8 años.
Durante el allanamiento a la casa de Lessa, se encontraron 117 fusiles M-16. El detenido es el padre de la exnovia del hijo menor de Bolsonaro, así lo confirmó el comisario Giniton Lages tras el operativo. Vieira de Queiroz, indicado como el conductor del auto que el 14 de marzo del año pasado interceptó a el auto de la concejala que fue asesinada a tiros junto a su asistente Anderson Gomes, había sido dado de baja de la policía por su vinculación con las “milicias” parapoliciales.
Los asesinos serían parte de una célula de sicarios llamada “Oficina del Crimen”, vinculada una milicia del barrio Rio das Pedras, de la zona oeste de Río. Según publicó el periodista Bruno Bimbo desde Brasil, es el mismo lugar donde viven el chófer y testaferro de Flávio Bolsonaro, Fabrício de Queiroz, y otros asesores del hijo del presidente.
La presentación de los fiscales Simone Sibilio y Leticia Emile, sostiene que el asesinato de la concejala fue planeado durante tres meses. También fue espiado el diputado Marcelo Freixo del bloque Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
Tras la detención, medios de Brasil difundieron una foto que Veira de Queiroz posteó hace un tiempo junto al presidente Bolsonaro. Consultado sobre esta foto, el mandatario dijo que tiene “fotos con millares de policías civiles y militares, con millares en todo Brasil» y consideró importante que las investigaciones hayan dado con los «ejecutores» del crimen.