El exjuez federal Roberto Catalán fue filmado mientras violaba la prisión domiciliaria a la que fue condenado por delitos de lesa humanidad. El vídeo fue difundido por la agrupación HIJOS y muestra cómo el hombre circula tranquilamente por la calle luego de hacer las compras. Al ser detectado, se burló y preguntó irónicamente a quien lo filmaba: «¿Me vas a sacar una foto?».
El exmagistrado purga una condena a 12 años de prisión que le fue dictada en 2015 por su rol colaboracionista. Fue juzgado en la Megacausa La Rioja junto a otrxs 65 imputadxs, entre lxs que se encontraba el extitular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez.
LA IMPUNIDAD CAMINA POR LAS CALLES DE LA RIOJA: así incumple el beneficio del arresto domiciliario el ex juez Roberto Catalán, condenado a 12 años de prisión por delitos de lesa humanidad. ¡A la cárcel ya! pic.twitter.com/3GcpuVb1yG
— H.I.J.O.S. Capital (@hijos_capital) 30 de enero de 2019
Ante la difusión de las imágenes, el secretario de Derechos Humanos provincial, Delfor «Pocho» Brizuela anunció la presentación de «una queja y exigencia de estricto cumplimiento de la medida de arresto domiciliario, que priva al condenado de transitar por la calle y advertir sobre la relajada custodia federal, que debería impedir que esto suceda». «El pedido es de estricto arreglo a la ley y a la Sentencia del tribunal federal, por lo tanto es justicia.El no hacerlo, es irritante para la sociedad y a las víctimas, que sentimos estos hechos como una burla y provocación a los pilares democráticos de Memoria, Verdad y Justicia», añadió.
Durante el juicio la acusación planteó que «Catalán instruyó causas por infracción a ley 20840 y, en tal carácter, recibió declaraciones indagatorias a individuos que evidenciaban notables signos de haber sido torturados e inclusive declaraban haberlo sido, y resolvió dejarlos alojados en el IRS (Instituto de Rehabilitación Social), el centro de detención donde sufrían las torturas».
Lxs fiscales, en tanto, probaron que el funcionario «tomó declaración a detenidos vendados, esposados y vigilados por guardias del IRS que portaban armas». «La única prueba de cargo que tuvo el juez Catalán para condenar a las personas en las causas por la violación a la ley 20840 fueron las declaraciones indagatorias tomadas bajo tortura», expusieron.