El exsubsecretaro de Control y Coordinación del Ministerio de Planificación, que actualmente se encuentra detenido en la cárcel de Ezeiza, negó las acusaciones en su contra y desestimó los «cuadernos guionados» escritos por su exchofer Oscar Centeno.
En declaraciones a la radio Nacional, Baratta sostuvo que «siempre desmentí cualquier relato fantasioso y guionado de Centeno» y aseveró que el proceso en el que instruyen el juez Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli «es una causa guionada y escrita».
El exfuncionario kirchnerista, que calificó la causa de las fotocopias de los cuadernos como «una obra teatral guionada», recordó que «con Centeno tenía una buena relación y hasta mantuve una charla telefónica con él uno o dos días antes del 1º de agosto que me pusieron en prisión nuevamente».
En tanto, Baratta puso en duda el origen de los vínculos entre el periodista Diego Cabot y el fiscal Stornelli y aseveró que en el relato del columnista del diario La Nación «hay varias contradicciones que voy a marcar en la denuncia que voy a hacer». «En una especie de promoción de su libro, Diego Cabot cuenta un poco cómo empezó su investigación y manifiesta que los primeros diálogos que tiene con Stornelli datan del 21 de marzo de 2018. Mi gran duda es si (estos contactos) no arrancaron antes», remarcó.
Respecto al pago de sobornos en el marco del otorgamiento de licitaciones para la obra pública, Baratta subrayó que «ninguno de los empresarios presentó una prueba, no hay ninguna prueba presentada». «Nadie demostró la supuesta plata que supuestamente dicen haberme entregado. Esa plata debía estar en los balances. Y si no estaba, ¿de dónde es? ¿Del lavado?», se preguntó.
A lo largo de la entrevista, Baratta apuntó contra Stornelli, a quien acusó de querer forjar su inclusión en la lista de arrepentidos: «Todo es una gran mentira guionada por el fiscal en este caso», cuestionó. A la vez, dijo que «fue Stornelli quien manejó absolutamente cada uno de los testimonios de los arrepentidos, donde ningún testimonio fue filmado ni grabado, donde incluso muchos arrepentidos declararon varias veces arrepintiéndose de cosas que habían dicho antes».
En este sentido, Baratta afirmó que «uno se sentiría más protegido en su derecho si fuera otro fiscal, pero es Stornelli, es el que toca, y estoy dispuesto a dar explicaciones ante la Justicia». «Stornelli le sugirió a mi abogado que me arrepienta. Querían que me arrepienta de algo que no había hecho y que apuntara a De Vido y a Cristina Fernández de Kirchner», enfatizó.
El exviceministro de Planificación negó haber ocupado el rol de «valijero» de lxs expresidentxs Néstor y Cristina Kirchner y aprovechó para «desmentir» al exjefe de Gabinete Juan Abal Medina, quien lo había acusado de «recolectar» las coimas pagadas por los empresarios. «A mí como funcionario nunca me constó la cartelización (de la obra pública), si no lo que hubiera correspondido es hacer una denuncia», rechazó.
Por otra parte, Baratta hizo alusión a las transcripciones de escuchas que Carrió presentó esta mañana para desestimar la investigación contra Stornelli y dijo que son «escuchas ilegales». «Esas transcripciones de escuchas son ilegales, violaron mi intimidad y la de todos los presos que estamos acá en Ezeiza, no tenían orden de escucharme a mí», se quejó.
Para Baratta, el material presentado por la diputada de la Coalición Cívica está basado «en grabaciones ilegales y lo que me llama la atención es que no había ninguna orden de intervención a los llamados que realizo yo desde el penal de Ezeiza. Me preocupa cómo de forma anónima llegaron estas transcripciones a Carrió».