*Por Jorge Aleman* publicado en La Tecla Eñe
En la prisa y en la urgencia va esta rápida nota, que ni siquiera pretende ser una reflexión, más bien un mero apunte.
1) El país está destruido y la coyuntura económica y política mundial es muy adversa.
2) El kirchnerismo dispone de un legado y de una energía democratizante que no puede ni debe agotarse en un proceso electoral.
Estas dos cuestiones mencionadas se entrecruzan en la decisión de la fórmula electoral absolutamente novedosa y de gran agudeza táctica. Ella no podía volver como el Perón que venía a suturar la grieta sino a colaborar desde un lugar inédito a la reconstrucción política a partir de un «contrato social responsable». De este modo nos encontramos con un ex jefe de gabinete que posee el temple, la experiencia y las condiciones, no para hegemonizar un sector sino ponerse al frente de la nación. Es quien puede ser el interlocutor y articulador de los distintos sectores. Condición necesaria para cualquier proyecto que quiera superar el enorme sabotaje que le espera. A su vez, en un largo plazo, el kirchnerismo aunque defienda incondicionalmente este proyecto, mantendrá su causa política abierta a distintos proyectos transformadores. Es lo que permite la decisión por la vicepresidencia de Cristina. No se trata de Alberto al gobierno, Cristina al Poder, sino que aun siendo enorme el aporte del kirchnerismo no es idéntico a Alberto, al menos en todo.
El proyecto K se mantendrá más allá de estas elecciones.
*Psicoanalista, escritor y poeta. Su último libro publicado es «Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación».