La huelga general decretada por la CGT y en la que participaron las dos CTA se sintió con fuerza en toda la Patagonia. Había motivos de sobra para el alto acatamiento. El aumento del desempleo en la región viene pegando fuerte en los sectores productivos de la región: la industria manufacturera, la producción de hidrocarburos, la agricultura y la construcción. Las políticas macroeconómicas de la Alianza Cambiemos, en vez de generar “brotes verdes”, han generado despidos por doquier.
Los colegios y los organismos oficiales no tuvieron casi actividad en la región. La postal de la mayoría de las ciudades patagónicas fue la de calles vacías.
En la zona andina (El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo) se sintió fuerte el paro. Los gremios estatales de Río Negro y Chubut realizaron actividades conjuntas. Se concentraron sobre la Ruta Nacional 40, (Las Golondrinas) y realizaron un corte informativo.
En Bariloche el acatamiento fue dispar en los comercios ya que muchos por el turismo decidieron abrir y fueron atendidos por sus propios dueños. La medida se sintió esta vez con más fuerza en el sector público. No hubo bancos ni actividad administrativa. Tampoco colectivos. ATE convocó al Centro Cívico. | Ver más
En lo que respecta al transporte las terminales terrestres y aéreas de toda la región se vieron afectadas por la medida. No hubo vuelos y las terminales estaban desiertas. Tampoco funcionaron con normalidad los taxis por lo que se vieron calles desiertas en todas las grandes ciudades patagónicas.
Los comercios cerrados en su mayoría y con el dato de que aquellos que decidieron funcionar igual, trabajaron a pérdida. Como ejemplo basta ver lo que sucedió en la ciudad de Neuquén donde en la zona comercial los kioskos y comercios que abrieron facturaron entre el 5 y el 10% de lo que habitualmente es la caja.
En lo que respecta al transporte de carga y por la alta adhesión del gremio de Camioneros no se vieron vehículos de porte en las rutas nacionales del sur del país. Muchas de las mismas permanecieron cortadas por períodos cortos o de una de las manos y a modo informativo los gremios locales explicaban a los conductores los motivos de la medida.
En el caso de los sindicatos petroleros que se sumaron a la medida hubo manifestaciones en los ingresos a los pozos como fue en Plaza Huincul (Neuquén) donde además se sumaron trabajadorxs de ATE con reclamos específicos de los estatales.
Como es habitual en Neuquén el puente carretero en la Ruta Nacional 22 que une Neuquén y Cipolletti (Río Negro) permaneció cortado pero en una sola dirección y solo hasta las 15 horas.
En Santa Cruz los petroleros privados hicieron una conferencia de prensa en Río Gallegos dando cuenta de la necesidad de reapertura de paritarias; en el marco de una olla popular que organizó la CGT de la provincia se manifestaron también los trabajadores de la construcción (UOCRA) que reclaman la reactivación de la obra pública que a nivel nacional ha sufrido los mayores recortes.
Durante la conferencia de prensa, Claudio Vidal (Secretario General de Petroleros) acompañado por representantes de los demás gremios dijo que “el motivo (del paro) es decirle no al ajuste, demostrar el grado de malestar que hay en el sector” pero aclaró que “no solo hay que cargar las tintas sobre el sector político, sino que acá hay un claro responsable que fue participe y acompañó las decisiones que planteó el Estado, que fue este triunvirato de la CGT que ha permitido que se avancen en políticas que van en contra de los trabajadores.”
En Chubut, donde los estatales tienen paralizada la provincia y se vive un conflicto desde hace 90 días, el paro no pasó desapercibido. Los docentes junto a la Mesa de Unidad Sindical se movilizaron en Rawson, donde permanece la carpa de la Dignidad y varias dependencias estatales se encuentran tomadas por los trabajadores, entre ellas el Ministerio de Educación.
Fueron varias las ciudades donde el paro se sintió en la provincia que atraviesa un profunda crisis. En Esquel la movilización se centró en la carpa de la Unidad que lleva más de 20 días instalada en la zona céntrica de la ciudad cordillerana. Entre los discursos que se escucharon, se destacó el del Martín Pena.
Sorprendió a todos el mensaje en las redes del gobernador Mariano Arcioni quien dijo que un paro es una señal a la que la política debe prestar atención. En Chubut lxs trabajadorxs enmarcados en la Mesa de Unidad Sindical hace más de 3 meses llevan adelante acciones de reclamo por salarios congelados, pago escalonado, mal funcionamiento de la Obra social y ajuste del sector público.
En Tierra del Fuego el paro se hizo sentir especialmente en Río Grande. La ciudad sin movimiento se asemejó a un feriado. Las actividades se concentraron en los piquetes que se pudieron ver en la zona del parque industrial montados por la UOM, el SOIVA y Camioneros. También los estatales se manifestaron convocados por el SUTEF, la CTA Autónoma y ANUSATE.
Nada es casual. Según los últimos datos del Indec, entre el primer trimestre de 2018 y el mismo período del año pasado, 6000 personas quedaron sin empleo. Si bien la desocupación de la región es del 6,6 por ciento, hacia el interior de cada aglomerado urbano la situación es más compleja.
Por ejemplo en Rawson – Trelew, el desempleo fue del 12,5 por ciento, el más alto de todo el país. El gobernador Mariano Arcioni fue en el último tiempo el mandatario provincial que se apegó al libreto de ajuste impartido por el Gobierno nacional. Y eso se tradujo en 3000 puestos de trabajo menos.
Pero la situación es mucho más compleja que la difundida por el Indec. Entre el tercer trimestre de 2015 (última etapa del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner) y el tercer trimestre de 2017, ya en pleno macrismo, las trabajadoras y trabajadores despedidos en la Patagonia ascendieron a 22.942 personas. El dato surge del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial, publicado por el Ministerio de Trabajo, en base a los datos del SIPA.
Por sólo citar un ejemplo, la industria manufacturera –que incluye rubros como aparatos electrónicos, textiles, muebles, productos químicos, maquinaria y equipos, automotores, entre otros- fue testigo de 5573 despedidos. El caso de Tierra del Fuego es el más paradigmático, donde a partir de la destrucción de la industria de ensamblado y producción nacional de computadoras y electrónicos fueron despedidas 2940 personas entre el tercer trimestre de 2015 y el mismo período de 2017.
Estos números permiten inferir el por qué del alto acatamiento de la huelga general decretada por las centrales de trabajadores en la Patagonia.
