El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insistió en que su Gobierno está abierto al diálogo y agradeció las propuestas de los países que a través del Mecanismo de Montevideo buscan una solución diplomática al conflicto interno que atraviesa el país latinoamericano.
En conferencia de prensa, Maduro comentó que Venezuela lanzó este viernes una jornada en defensa de la Soberanía que incluyó la firma de una Carta Abierta al Pueblo estadounidense en la que lxs ciudadanxs venezolanxs denuncian las agresiones promovidas por la Casa Blanca. Ese escrito ya fue rubricado por más de 2 millones de personas en 24 horas.
El mandatario destacó que «los Gobiernos de México, Uruguay, Bolivia y el CARICOM suscribieron un documento llamado ‘Mecanismo de Montevideo’, que de manera respetuosa da paso hacia un diálogo entre venezolanos». En este sentido, recalcó que su Gobierno está preparado para dialogar, negociar y suscribir acuerdos para la paz del país. Asimismo, se comprometió a cumplir con los acuerdos que se lleguen a través del diálogo político.
Por otra parte, Nicolás Maduro cuestionó el documento final surgido del primer encuentro del Grupo de Contacto Internacional y sostuvo que la Unión Europea pretende poner imposiciones al Gobierno a través de la parcialización y el «extremismo con el que ven a Venezuela». Igualmente, el mandatario venezolano aseguró que está dispuesto a conversar con representantes de este grupo, aunque afirmó que «la UE está condenada al fracaso si sigue escuchando y obedeciendo a la extrema derecha venezolana».
Maduro dijo que «el diálogo tiene que ser con agenda abierta no para imponer cuestiones a un país» y rechazó que se busque transformar los mecanismos en conversaciones de cúpulas.
“La oposición estuvo todo el 2017 pidiendo elecciones presidenciales”, recordó Maduro y añadió que luego las rechazaron cuando fueron fijadas para 2018 con todas las garantías. El mandatario bolivariano reiteró que la derecha de su país «sólo pretende tomar el poder a través de un Golpe de Estado con la intervención de Estados Unidos» y volvió a trazar paralelismos con la agresión militar a Siria y Libia.
Ante diversos medios internacionales, el presidente venezolano denunció que «se pretende introducir una fuente de perturbación o de caos» en su país y ratificó que su Gobierno no va a permitir la formación de «grupos terroristas».
En tanto, Maduro calificó de «show» a la supuesta ayuda humanitaria enviada por los Estados Unidos y subrayó que si la gestión de Trump deseara el bien de Venezuela, debería devolver el dinero que le tiene retenido y tendría que levantar el bloqueo financiero.
Frente a las amenazas por una intervención militar, Maduro resaltó que «estamos en un país de paz, no entrenamos nuestras tropas para invadir países, entrenamos nuestras tropas para defender nuestra tierra, para tener paz con soberanía».
Además, Maduro rechazó la vinculación con grupos terroristas internacionales y descartó nexos con la célula libanesa Hezbolá.