El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) rechazó un pedido de habeas corpus por la liberación provisional del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva. Por tres votos contra dos, la Sala Segunda del STF falló en contra de que Lula obtenga la libertad mientras se resuelve la anulación de la sentencia de 2017 por la que cumple una condena de ocho años y diez meses de prisión. Aún queda pendiente la decisión de fondo: un habeas corpus en el que la defensa de Lula demandó la impugnación de todo lo actuado por el ex juez y actual ministro Sergio Moro al que acusa de “falta de imparcialidad”.
Tras conocerse los audios entre Moro y los fiscales que inculparon Lula sin pruebas de recibir un departamento en la ciudad balnearia de Guarujá como soborno de una empresa constructora, la defensa presentó el recurso que será dictaminado después de la feria judicial. Los mismos jueces que votaron por su liberación deberán decidir sobre los procedimientos posiblemente ilegales de Moro y el jefe de los fiscales de Lava Jato, Deltan Dallagnol. Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski votaron, según se esperaba, a favor de concederle la libertad a Lula, aunque los tres restantes -Edson Fachin, Celso de Mello y Carmen Lúcia- lo hicieron en contra.
Desde la cárcel de la Policía Federal de Curutiba, el líder del PT se quejó de la situación y criticó al ministro Moro. «Mandó invadir mi casa y llevarme por la fuerza para declarar sin haberme citado nunca. Mandó intervenir mis llamadas telefónicas, las de mi mujer, las mis hijos y hasta las de mis abogados, lo que es gravísimo en una democracia», indicó.
«Si alguien aún tenía alguna duda sobre de qué lado el juez siempre estuvo y cuál era el motivo de mi persecución, las dudas terminaron cuando aceptó ser ministro de Justicia de Bolsonaro. Toda la verdad se aclaró: fui acusado, juzgado y condenado sin pruebas para no disputar las elecciones», agregó.