El periodista e hijo de quien lleva el nombre el hospital de salud mental repudió la decisión del Gobierno de Javier Milei que pretende cerrarlo.
Laura Bonaparte fue psicóloga, Madre de Plaza de Mayo y una luchadora por los derechos humanos.
Brutschein continuó en diálogo con #LaGarcia por AM750: “Si este lío sirve de algo, es para que la sociedad tome conciencia de la necesidad de que exista un hospital de este tipo. Para mí, es un acto de crueldad pura. Es la expresión de funcionarios que se manejan con un Excel y no tienen en cuenta que detrás de los números hay seres humanos que sufren”.
Y añadió: “La mayoría de los pacientes que llegan es porque han sido rechazados en otros hospitales. El único que los atiende es este, especializado en derechos humanos y adicciones. Antes de este hospital, las adicciones eran tratadas como delincuencia. Acá se tratan personas en situación vulnerable, y todo lo que se les pueda ofrecer desde la salud está bien hecho. Lo digo para contrarrestar la campaña que está haciendo el gobierno, que muchos medios repiten con complicidad. En esa estimación que se hace hay una ignorancia básica”.
El periodista de Página 12 enfatizó : “el ministro (Mario) Lugones podrá ser administrador y lo que se quiera, pero es un ignorante en todo lo que respecta a salud mental. El presupuesto general de un hospital de salud mental es mucho menor que el de un hospital común, porque no tiene quirófano, que es lo más caro, ni sala de terapia intensiva. Mi madre, Laura Bonaparte, ya estaría encadenada en la casa del ministro”.
En el final de la entrevista Luis Brutschein habló sobre la importancia que tiene la atención de respuesta espontánea: “Comparado con cualquier hospital, su presupuesto es mucho menor. La mayor parte va a los consultorios externos, porque la idea es que solo se interna como última opción”.