Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, en materia de importaciones, la situación es crítica. El sector textil es el más dañado, con ingresos de indumentaria terminada que superan el 100% acumulado en cantidades, en los últimos dos años. Lo siguen cuero y calzado (+45% acum.), alimenticia (+8%) y petrolera (+5%).
Se destaca la merma en la producción textil, que cerró 2017 con un segundo año de deterioro de alrededor del 10%. En orden de magnitud, la siguen la industria del tabaco con una caída del 3%, y el sector petrolero, con una merma del 2,1% en el año pasado.
Si se analiza en comparación con el 2015, el sector textil destruyó producción en el orden del 15%, la industria del cuero y calzado se redujo en un 9% y la petrolera decreció un 6%.
En materia de creación de puestos de trabajo, el contexto actual sigue sin recuperar los niveles de 2015. Del comparativo acumulado en base al SIPA, con datos al mes de octubre, se registran 20.000 puestos industriales registrados menos que hace dos años atrás.
Así, en el año 2017, todos los rubros industriales de bienes de consumo registraron importaciones que crecieron más del 10%.
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