La cruda realidad de YPF

.*Por Sebastián Premici para Agencia Cadena del Sur

Derrumbe de la inversión medida en dólares, caída de la producción y despidos.

La inversión de las empresas petroleras registró una fuerte caída en toda la Patagonia desde la llegada de la Alianza Cambiemos. Según los últimos datos consolidados por la Secretaría de Energíaen base a las declaraciones juradas presentadas por las mismas operadoras, la desinversión fue del 37 por ciento entre 2015 y 2017.

Las consecuencias de tamaña decisión (o imposición a partir de las reglas de juego establecidas por el macrismo) fueron tres: una caída en la producción de crudo, el despedido de más de 7300 trabajadores y trabajadoras del sector y la flexibilización laboral. La desinversión llegó, principalmente, por el lado de YPF. En los últimos tres años, la producción de hidrocarburos registró una pérdida del 7 por ciento en la región.

Las inversiones de las operadoras, en algunos casos, fue redireccionada hacia Vaca Muerta, donde el Poder Ejecutivo pagó subsidios que ahora pretende eliminar por pedido del FMI. De ahí la fuerte puja que se inició entre el Gobierno y la empresa del Grupo Techint (Tecpetrol). Por otro lado, la Alianza Cambiemos dejó de incentivar la actividad convencional. De hecho, profundizó su política de importación de combustibles.

La cruda realidad de YPF

Derrumbe de la inversión medida en dólares, caída de la producción y despidos. 

La inversión de las empresas petroleras registró una fuerte caída en toda la Patagonia desde la llegada de la Alianza Cambiemos. Según los últimos datos consolidados por la Secretaría de Energíaen base a las declaraciones juradas presentadas por las mismas operadoras, la desinversión fue del 37 por ciento entre 2015 y 2017.

Las consecuencias de tamaña decisión (o imposición a partir de las reglas de juego establecidas por el macrismo) fueron tres: una caída en la producción de crudo, el despedido de más de 7300 trabajadores y trabajadoras del sector y la flexibilización laboral. La desinversión llegó, principalmente, por el lado de YPF. En los últimos tres años, la producción de hidrocarburos registró una pérdida del 7 por ciento en la región.

Las inversiones de las operadoras, en algunos casos, fue redireccionada hacia Vaca Muerta, donde el Poder Ejecutivo pagó subsidios que ahora pretende eliminar por pedido del FMI. De ahí la fuerte puja que se inició entre el Gobierno y la empresa del Grupo Techint (Tecpetrol). Por otro lado, la Alianza Cambiemos dejó de incentivar la actividad convencional. De hecho, profundizó su política de importación de combustibles.

Según el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec), en 2018 fueron importados 2,8 millones de metros cúbicos de nafta y gasoil, un 40 por ciento más que lo comprado en el exterior en 2015.

En concreto, las operadoras de la región recortaron fuertemente sus inversiones, según lo declarado por ellas mismas ante la devaluada cartera de Energía nacional. En 2015, las inversiones de las petroleras que operaban en la Patagonia fue de 9451 millones de dólares, mientras que en 2017 (último año consolidado según las declaraciones juradas correspondientes a 2018) fue de 5911 millones de dólares. Es decir un recorte del 37 por ciento. Sin embargo, el derrumbe de YPF fue mayor.

La recuperación de la petrolera de bandera tenía un objetivo claro: la soberanía energética. El objetivo era que YPF se convirtiera en la nave insignia del sector, sobre todo ante los desafíos presentados en Vaca Muerta. Pero el macrismo llevó adelante otro plan, que fue entregarle el negocio petrolero a otras empresas.

Entre 2015 y 2017, YPF derrumbó sus inversiones en la región en un 57 por ciento. Esto significó menos recursos para exploración y explotación, lo que se tradujo en una caída en los volúmenes producidos. Según Oetec, la merma de la producción de crudo para la empresa de bandera fue del 8 por ciento (Ver Nota), mientras que el resultado global para todas las operadoras de la región fue una caída del 7 por ciento.

Esto se tradujo en la destrucción de puestos de trabajo registrados. Entre diciembre de 2015 y junio de 2018, según los datos difundidos por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial -SIPA- que pertenece a la también devaluada cartera laboral de Nación, en la región se destruyeron 7333 empleos del sector hidrocarburos, discriminados de la siguiente manera: en Santa Cruz (-2893), Chubut ( -2155), Neuquén (-1555), Río Negro (-555) y Tierra del Fuego (-181).