A través de correos electrónicos enviados desde una cuenta oficial, el Gobierno busca sumar a lxs empleadxs públicxs a la supuesta colecta de «ayuda humanitaria» a Venezuela. De esta manera, el macrismo se suma activamente a la campaña injerencista de los Estados Unidos contra el presidente constitucional Nicolás Maduro.
Bajo el asunto «Campaña para colaborar con Venezuela», el mail al que accedió #LaGarcía invita «a quienes forman parte de la Administración Pública Nacional a sumarse a la campaña de recolección de alimentos y elementos de aseo para los venezolanos». El llamamiento corre por cuenta de «Cascos Blancos y el Correo Argentino» y está coordinado por la integrante del departamento de prensa del Ministerio de Justicia, Elena Loredo. En el mismo mensaje se mencionan varios «puntos de recolección en Capital Federal, Mendoza, Rosario y Córdoba».
La colecta promovida por el macrismo, además, se publicita en la página oficial del Gobierno Nacional y está ilustrada por un flyer que, errores gramaticales mediante, brinda detalles de la campaña.
Cabe recordar que ni las Naciones Unidas ni la Cruz Roja internacional se han plegado a la iniciativa gestada desde Washington a través del diputado opositor venezolano, Juan Guaidó. Ambas organizaciones coinciden en señalar el trasfondo político de esa supuesta «ayuda humanitaria».
Por caso, la Cruz Roja explicó a través de un comunicado que «con el fin de garantizar el cumplimiento de su misión exclusivamente humanitaria y de acuerdo con los principios fundamentales de imparcialidad, neutralidad e independencia, no puede participar en las iniciativas de entrega de asistencia planteadas para Venezuela desde Colombia, sin que exista un acuerdo previo con el Movimiento».
El pasado 14 de febrero, el vocero de ONU, Stephane Dujarric, había insistido en que «la ayuda humanitaria no debe ser politizada por ninguna parte». Luego de la fallida intentona de Colombia y la Casa Blanca de introducir por la fuerza camiones a territorio venezolano, el secretario general de ese organismo, Antonio Guterres expresó su «preocupación» por las escenas de violencia que se observaron en la frontera e instó a «que se evite la violencia a toda costa y que no se utilice fuerza letal en ninguna circunstancia».
Esta semana, el Gobierno venezolano expuso ante organismos internacionales pruebas que demuestran que los acoplados que intentaron filtrarse a través del puente Tienditas contenía material para «fabricar armas»: «Tenía guayas, alambres, clavos para fabricar armas (…) Esos son instrumentos que estamos acostumbrados a que los utilice la oposición venezolana», denunció el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, en el Consejo de Seguridad de ONU.
En la misma línea se expresó Nicolás Maduro que mostró vídeos que evidencian los ataques perpetrados desde el lado colombiano de la frontera.
Pese a la falta de acompañamiento de los principales organismos que se encargan de coordinar las provisiones humanitarias en momentos de crisis, el macrismo decidió supeditarse al objetivo golpista de la Casa Blanca y proporcionó, en connivencia con los signatarios del «autoproclamado» Juan Guaidó, la «colaboración» de los Cascos Blancos en la maniobra injerencista.