El histórico dirigente peronista Juan Manuel Abal Medina publicó recientemente su libro “Conocer a Perón”: “lo escribí porque me sentí en esa obligación hacia el General y hacia mi hermano. No estoy bien de salud y no quería morirme sin escribirlo”, dijo en entrevista exclusiva en La García por AM750.
A continuación, dejamos las textuales palabras de Abal Medina:
Yo cuento la verdad de cómo fue todo. Algunos comentarios es que tengo un juicio negativo contra el doctor Cámpora. Desmiento tener una visión negativa sobre Héctor Cámpora. Él fue importante para el regreso de Perón. Compartimos encierro en la Embajada de México, el largo proceso de su enfermedad con la dictadura impidiendo ser tratada la evolución del cáncer, hablan de una persona de enorme dignidad y acrecentó mi admiración hacia él.
Por circunstancias políticas asigno la mirada negativa. Quizás algún acompañamiento políticamente no adecuado para el peronismo, el que no tenga afecto hacia el General ni el General hacia ellos. Esto lo cuento con bastante detenimiento. López Rega, dentro de lo que podía hacer en aquel entonces, apoyó mucho a Cámpora. Luego sintió que Héctor le debía muchas cosas y vino su actitud de boicotearlo. No se podría afirmar que López Rega haya hecho algo conscientemente para acelerar la muerte del General Perón, pero su intervención médica fue negativa. Yo nunca le hice caso a Lopez Rega (a diferencia de mucha gente) Yo no participaba de esa situación. Pero cuando lo veo al General Perón antes de la elección del 11 de marzo de 1973, vi un deterioro mayor de su salud. En febrero, Perón me dijo: ‘suerte que tengo a este loco (por López Rega)’ que se queda despierto toda la noche para darme mis medicinas. Ahí vi el rol imprescindible que adquirió y eso encendió mi alerta. López Rega nunca había hablado de política delante mío. Pero en un momento empezó a hablarme mal de Cámpora, yo lo paraba y ahí me di cuenta del peligro.
Una cosa fueron los Montoneros originales y otra los que se fusionaron con las FAR. Las diferencias ideológicas se podían discutir, pero el matar o asesinar a alguien tan importante en el regreso del General y tan notoriamente importante en todo aquel proceso y conocido por ellos. El General siguió hasta el final intentando encuadrar a toda la Juventud en la organización. La realidad es que el General Perón quería mucho a Rucci. El un tipo de cariño que le tenía fue solo con Rodolfo Galimberti. Eran como sus hijos. Eran su parte política. Rucci y Galimberti se permitían cosas que otros no podían con el General: Rucci le hacía bromas con los zapatos de dos colores y Galimberti se permitía llegar tarde a una cita con el General. Que mataran a Rucci para el General fue demoledor. Le afectó mucho su salud.
Perón volvió tarde. Los culpables de que Perón haya vuelto tarde fueron los canallas gorilas que lo mantuvo alejado de su pueblo.
Perón estuvo proscripto de muchas maneras: no tenía ni pasaporte argentino. Había sido borrado de los registros, era como si no existiera. No se lo podía llamar mucho por su nombre porque seguía prohibido usar el término Perón. La proscripción de Perón fue concreta y demoledora. La victoria del peronismo fue su regreso, el General lo vivió así. Pero luego del regreso continuaron todo tipo de maniobras que llegaron hasta el día antes de las elecciones del 11 de marzo con ese mensaje de Lanusse que decía que si se votaba por el FREJULI se estaba votando por el caos.
La cantidad de medidas que hubo, una cosa que Lanusse llamó ´ley 5 de febrero´ prohibiendo que el General toque suelo argentino. Hubo de todo un poco. Luego la legislación electoral que no es muy conocida. Había que obtener el 50 % y muchas cosas más. No solo había segunda vuelta sino que podían participar más de dos en esas segundas vueltas. Todo estaba hecho para que no ganara el peronismo para que en segunda vuelta rearmar las fórmulas. Cada maniobra política iba a un retoque a la ley electoral para utilizar esa maniobra política.
Había sectores que descreían. Y otros que tenían otros acuerdos. Fui tentado para integrar un Gobierno de Unidad encabezado por Lanusse, esa es la primer maniobra.
Hace unos días vi una nota que recuerda una frase de Lanusee en las memorias. Un Lanusse reflexivo, dice que ´nuestra soberbia es la culpable de la persistencia del fervor peronista. No era tanto que los más humildes admiraban a Perón sino que él se había convertido para ellos en un Santo y Seña, en una marca de identidad, en el retazo de una bandera que habíamos intentado destruir torpemente´.
El peronismo es una marca de identidad, es un Santo y Seña de los trabajadores y de los humildes argentinos. Mientras exista la Argentina existirá el peronismo. Mientras sigamos con nuestra marca de identidad, nos van a seguir odiando.
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