El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, aseguró que el objetivo central es reabrir las escuelas lo antes posible. Anticipó que la reconstrucción será costosa y llamó a la reflexión al gobierno nacional: «No necesitamos destruir el Estado, sino hacerlo más eficiente». En diálogo con La Garcia por AM750.
Confirmó que ya casi no queda agua acumulada en las calles de Bahía Blanca y que el objetivo de las autoridades es reabrir las escuelas esta semana, lo antes posible, luego del furioso temporal que sacudió a la ciudad el viernes 7 de marzo, cuando en unas pocas horas llovieron más de 290 milímetros, lo que provocó un colapso de la localidad, donde se han registrado al menos 16 muertes y permanecen desaparecidas dos niñas de uno y cinco años que son intensamente buscadas.
Alonso dijo que “el agua descendió en todos lados” y que sólo en las localidades de General Cerri e Ingeniero White quedan zonas anegadas “con agua que está a la altura de los tobillos”, al tiempo que resaltó que un 60 por ciento de Bahía Blanca ya se encuentra con el servicio de energía eléctrica restituido, y que las autoridades buscan que “todo empiece a funcionar pronto, aunque sea de forma precaria”.
Desde la zona del desastre, el ministro de Seguridad dijo que el objetivo central es comenzar a trabajar cuanto antes en la reconstrucción de la ciudad, en especial con tareas para reparar la infraestructura crítica – canales, rutas que han quedado destruidas, puentes que se derrumbaron – y retomar el funcionamiento normal de los servicios públicos esenciales, como el gas y el agua, así como también garantizar que comiencen a operar con normalidad el Poder Judicial, las escuelas y los hospitales, que se vieron gravemente afectados.
En este sentido, apuntó contra el Gobierno nacional por el ataque sistemático a los planes de inversión en obra pública, que el presidente Javier Milei se jacta de haber interrumpido. “Si en 1947 no se hubiese hecho el canal del arroyo Maldonado, se hubieran muerto muchas más personas. Pensar que no haya obra pública con todo lo que hay que reconstruir es absurdo. Esto nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de un Estado eficiente, que resuelva los problemas de la gente, no necesitamos destruir el Estado, sino hacerlo más eficiente”.
El viernes, el Gobierno nacional confirmó el envío de 10.000 millones de pesos, aunque las autoridades provinciales y locales estiman que la reconstrucción será muchísimo más costosa. Según Alonso, esa cifra surgió de un primer pedido urgente que hizo el ministro de Gobierno de PBA, Carlos Bianco, al jefe de Gabinete, Guillermo Francos «para empezar a tener fondos». «Eso no quiere decir que sea todo lo que se va a necesitar», resaltó.
“Hay 269 escuelas y necesitamos que reabran lo antes posible. De las primeras 100 que relevamos, 32 no tuvieron daños, en 45 hay que hacer tareas de limpieza y 23 tienen daños graves y habrá que hacer obras. Todo esto lleva tiempo, pero tenemos que tratar de que la gente vuelva a sus tareas cotidianas y que los chicos estén en las escuelas”, aseguró Alonso, quien describió que aún hay mucho barro acumulado en las casas y las calles.
Una ciudad colapsada. El viernes cayeron más de 290 milímetros, récord histórico.
El ministro de Seguridad confirmó que hasta este lunes por la mañana había 16 personas fallecidas y dos niñas desaparecidas por el severo temporal que arrasó a Bahía Blanca el 7 de marzo pasado, donde se acumularon más de 290 milímetros de agua en menos de 12 horas, con anegamientos en toda la ciudad y cientos de refugiados, en un evento climático sin precedentes, que rompió los récords de precipitaciones históricos, que databan de 1933, cuando en un solo día llovieron 167,6 milímetros.
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