*Por Sebastián Premici para Agencia Cadena del Sur
Uno de los sectores con mayor informalidad laboral en todo el país, sino el primero, es el rural. Según la información que surge del Ministerio de Industria y Trabajo, a partir de un pedido de acceso a la información pública realizado por este periodista, la precariedad laboral detectada en los tres años de gestión de la Alianza Cambiemos alcanza al 44 por ciento de los trabajadores y trabajadoras rurales en todo el país. En la Patagonia, el 49 por ciento de los establecimientos fiscalizados en los últimos tres años presentó algún tipo de irregularidad.
Las situaciones de precariedad laboral en el ámbito agropecuario no sólo implican la ausencia de registración de los peones sino que pueden abarcar distintas falencias dentro de los establecimientos o la violación de las obligaciones patronales estipuladas en la Ley 26.727 (estatuto del peón rural sancionado en diciembre de 2011), como por ejemplo acceso a agua potable, condiciones de salubridad, vivienda digna, entre otras. En promedio, las inspecciones irregulares son mayores que los trabajadores hallados en condiciones de informalidad.
Entre 2016 y 2018, se realizaron en la Patagonia 838 inspecciones, de las cuales el 49 por ciento presentó irregularidades, según consta en la base de datos oficial del Ministerio de Industria y Trabajo de Nación.
El desagregado de inspecciones irregulares es el siguiente: Neuquén (78%), Río Negro (47%), Chubut (45%), Santa Cruz (41%) y Tierra del Fuego (33%).
Los altos niveles de irregularidad detectados en las inspecciones de Neuquén y Río Negro podrían explicarse por la contratación de mano de obra intensiva en la cosecha de fruta, a quienes se suele someter a condiciones infrahumanas.
En enero de este año se conoció un caso de explotación laboral ocurrido en la empresa Román e Hijos SA, ubicada en la localidad de Lamarqué (Río Negro). Los trabajadores golondrinas, provenientes de Tucumán, denunciaron las condiciones paupérrimas de trabajo y vivienda ofrecidas por este empresario.
Varios de sus trabajadores entrevistados por este cronista coincidieron en remarcar que la explotación laboral en Río Negro ocurre con la connivencia entre las patronales agropecuarias y el gremio de los peones rurales, la Uatre.
“Dormíamos en el piso, sin baño ni agua potable; no teníamos comida, la teníamos que conseguir nosotros. Todos estábamos trabajando en negro. Los de la Uatre están prendidos con el patrón. El día de la inspección, los de Román (Román e Hijos SA) sabían de antemano porque los del gremio les avisaron”, indicó a este periodista Cristian Rodríguez, un trabajador golondrina de 38 años.
En el período analizado, los trabajadores relevados fueron 5146. De ese total, el 31 por ciento fue encontrado en condiciones irregulares, es decir sin registración ante la AFIP. Las dos principales jurisdicciones con trabajadores sin registrar fueron Río Negro (45%) y Neuquén (46%).
Otro de los indicadores a tener en cuenta son la cantidad de menores de edad que desempeñan algún tipo de actividad en el sector rural. Según la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes 2016-2017 (EANNA), realizada por el Indec y el Ministerio de Industria y Trabajo (Noviembre 2018), en la región Patagónica hay 60.482 menores de entre 5 y 15 años que viven en las zonas rurales. De ese total, el 14,5 por ciento realiza algún tipo de trabajo, ya sea para una actividad económica particular, el autoconsumo o trabajos domésticos intensivos. Es decir, son 8755 menores que trabajan en el sector rural en la Patagonia. El promedio nacional es del 19 por ciento.