Me cuesta escribir esta columna porque me caben las generales de la ley: Víctor Hugo es mi maestro, es como mi padre, es mi amigo. No podría acumular aquí toda su estatura pero tal vez acercarles a los lectores la idea de que está hecha de sus convicciones, de sus luchas y también de un impulso que, arriesgo, viene de una esencia adolescente.
Dicen que todos guardamos una edad de nuestra infancia. Como García Marquez que nunca dejó de ser el niño de cinco años que descubría los rincones de la casa de sus abuelos en Aracataca hasta que la convirtió en la de Macondo y la estirpe de los Aureliano Buendía; Víctor Hugo mira la vida desde el impulso de los 12, tal vez 13 años de su infancia humilde que lo arrojaba a ser.
Eso explica el aire de valiente ingenuidad con la que el Nene atraviesa las tempestades de este y otros tiempos.
Pero él también fue capaz de mirarse en la profundidad de sus contradicciones para transformarse en hombre nuevo cuando tomó dimensión del tiempo y de la historia en aquel 2009 de la ley de medios.
Por todo eso los huracanes que lo asolan y con él a todxs nostrxs no tienen nombre de mujer sino que están hechos de lo que representa Héctor Magnetto
Lo que ocurría cada tarde en C5N, además de periodismo y crítica política, era un discurso poderoso hecho de luminosa adolescencia en la voz de magia de un hombre innegociable.
La pantalla de la televisión penetraba con esa fuerza ganando las audiencias y aportando a la construcción de la tan valiosa subjetividad política. Eso enfriaba las pantallas del Grupo Clarín.
Como la primera frase de cien años de soledad: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo” Víctor Hugo, con su mirada líquida, su espalda llena de la tribuna popular, su energía de niño y sus generosos renacimientos les hizo conocer el hielo al grupo Clarín en el instante inmenso de una tarde, de cada tarde, de muchas que vendrán, en las que “Ellos” seguirán intentando calentar las hogueras de las cacerías.
UNA APOLOGÍA CARGADA DE BELLEZA ESTILÍSTICA. UN ESTILO ALTAMENTE POÉTICO.
Excelente retrato de un comunicador que logra trascender especialidades, fronteras y gobiernos
Genial….
Esperemos que esto sea un paréntesis breve en la trayectoria de Víctor Hugo, dado que es muy necesaria su voz y su presencia en los medios. Sería de esperar que pronto pueda volver en algún otro programa.
Siempre te amamos y respetamos Victor Hugo una excelente persona con verdades escritas y orales que conmueve nuestros corazones. Mi solidaridad para contigo y esperamos que vuelvas pronto. Saluda: un pueblo sufriente.