*Por Sebastián Premici para Agencia Cadena del Sur
Los policías de la provincia de Chubut confirmaron que dispararon sus armas letales contra la comunidad.
En una nueva audiencia por el juicio de “usurpación” contra los integrantes de la Pu Lof en Resistencia Cushamen, los policías de la provincia de Chubut que declararon este martes volvieron a ratificar el nivel de ensañamiento que mostraron contra la comunidad el día de la recuperación, el 13 de marzo de 2015.También surgieron nuevas vinculaciones con los servicios de inteligencia que actuaron en la zona.
Uno de los que declaró este martes fue el subcomisario de apellido Toro de la subcomisaría de Leleque. “Ese día fuimos en nuestros autos particulares porque no teníamos nafta en las patrullas”, sostuvo el agente, en un intento por dar lástima. Sin embargo, ante las preguntas y re preguntas de la defensa, Toro no pudo evitar la confesión: “Cuando nos vimos superados en número, sacamos nuestras armas reglamentarias y disparamos.”
Cualquiera que haya estado en la Pu Lof en Resistencia Cushamen sabrá que el relato de la comunidad sobre los disparos con armas 9mm es verídico. Los impactos de bala incrustados en la madera podían verse tanto en la vieja guardia, ubicada más cerca de la RN 40 y ex 40 (en el cruce hacia El Maitén) como en la nueva guardia, que es el lugar por donde ingresó la Gendarmería el 1 de agosto de 2017.
De esta última casilla ya no quedan evidencias porque fue incendiada. En la comunidad acusaron a los puesteros de Benetton por ese ataque, ya que se borraron evidencias de otras represiones, como las del 10 y 11 de enero de 2017. Al día siguiente del incendio estaba planificada una inspección ocular en el territorio. (Ver La antesala del horror)
El subcomisario Toro confirmó que las balas 9 mm eran parte del paisaje cotidiano para la comunidad. Hubo disparos letales en marzo de 2015 y también al mes siguiente.
En abril, un conductor que circulaba por la RN 40 a la altura del kilómetro 1848 también captó a la policía de Chubut disparando su arma reglamentaria. “¡Ah, les están tirando a matar! ¡Pará! ¡Pará! ¿¡Cómo le van a tirar a matar!?”. De fondo se escucha, nítido, el repiqueteo de las detonaciones. Así lo publicamos en el documental “Resistencia a Desaparecer”.
La otra persona que declaró fue José Luis Santillán, de la división de investigaciones de la policía chubutense. Este oficial solía presentarse como la persona a cargo de investigar exclusivamente a Facundo Jones Huala, hoy detenido en Chile y en huelga de hambre desde hace 30 días.
En la causa federal donde se investigan las acciones de espionaje sobre la comunidad, Santillán aparece como uno de los policías que tuvo contacto fluido con el agente de la ex SIDE, Dante Claudio Giménez. De hecho, el espía se dirigió a la casa de Santillán, de la misma manera en que lo hizo con otros policías que ya declararon en la causa.
Es más, Santillán sostuvo en la causa federal –a él también se le tuvo que leer su declaración testimonial para refrescarle la memoria- que lo conocía a Giménez de Trelew y que habían trabajado en otros casos.
El ex SIDE mantuvo varios contactos con policías de la provincia de Chubut con la excusa de la recuperación territorial en tierras ocupadas por Benetton. Es decir, recopiló información para ellos. Fue a los domicilios particulares de estos policías, hechos ya fueron relatados en las anteriores notas de Agencia Cadena del Sur; se movía en una Kangoo gris –según narraron los testigos- y terminó por entregarle toda la información acumulada a los fiscales María Bottini y Fernando Rivarola, investigados por haber utilizado información ilegal.
¿Para quién trabajaba el agente de inteligencia? ¿Y para quién trabajaban los policías de Chubut? A partir de las declaraciones ocurridas durante este juicio, más lo sucedido el último viernes en la audiencia de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia que debe definir el futuro procesal de Bottini y Rivarola en la causa de espionaje, podríamos inferir que el ex SIDE brindaba sus servicios a los policías de la provincia de Chubut, y estos a su vez trabajaban para Benetton.
Cuando el ex SIDE Dante Claudio Giménez terminó de pasarles toda su “investigación ilegal” a los fiscales, ellos automáticamente pidieron hablar con Hernán Alonso, por entonces presidente de la Sociedad Rural de Esquel y luego funcionario de Mario Das Neves y ahora de Mariano Arcioni. Para más información sobre Alonso, leer “Sociedad Rural Esquel”.
Detrás de esta trama de espías, policías y fiscales, todos terminaron trabajando para defender los intereses de Benetton.