El senador pampeano Juan Carlos Marino se refirió este miércoles a la acusación por abuso sexual que realizó una trabajadora del Congreso y negó «enfáticamente» las imputaciones en su contra. En el inicio de la sesión, el legislador planteó una cuestión de privilegio en la que leyó un documento y anunció que pondrá a disposición de la Cámara su renuncia a los fueros.
«De manera enfática niego haber tenido respecto de la denunciante una situación como la que se ha denunciado en la causa de mención de la cual, es bueno decirlo, no he sido formalmente notificado», afirmó el dirigente macrista en referencia a la presentación penal presentada por Claudia Guebel días atrás.
En tanto, el senador añadió que ya realizó “las acciones necesarias” para ponerse “inmediatamente a derecho” y que hace dos días se apersonó para tener una copia del expediente. “Pongo a disposición de este cuerpo que integro mis fueros como senador de la Nación”, subrayó.
En su denuncia, Guebel expuso que fue víctima de manoseo y de mensajes con insinuaciones sexuales por parte de Marino. Según su relato, el senador aprovechó un momento a solas para avanzar sobre ella sin su consentimiento: “Directamente me tocó los pechos y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos», narró.
En este marco, las senadoras integrantes de la Banca de la Mujer ratificaron su su acompañamiento y solidaridad “con todas las mujeres que han sido abusadas, acosadas, prostituidas y explotadas”. La pampeana Norma Durango, presidenta de la banca, afirmó minutos después que «las mujeres del Senado queremos hacer oír nuestra voz ante situaciones que vulneran nuestros derechos» y resaltó el repudio «contra la violencia sexual y el asesinato de miles de mujeres y niñas».
El documento leído por la senadora agrega que las integrantes de la Banca de la Mujer «pedimos una justicia justa, que investigue y condene con celeridad si son culpables los hechos que se denuncian, apelamos a que los medios asuman el compromiso a hacer abordajes que sean respetuosos de las mujeres en situación de violencia», al tiempo que reclamaron «una educación que cuestione y dejé atrás la cultura del patriarcado».