La empresa cementera Loma Negra y representantes sindicales de lxs trabajadorxs participan hoy de una audiencia conciliatoria en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires por los 104 despidos en la planta de Barker, partido de Benito Juárez
El secretario general del gremio de trabajadores mineros (AOMA) seccional Barker, Martín Isasmendi, contó que la empresa se negó a dejar a ingresar a lxs trabajadorxs a pesar de la conciliación obligatoria dictada el viernes pasado que mantenía en suspenso los despidos. «No permitió el ingreso de los compañeros, también de algunos trabajadores tercerizados que también habían sido despedidos”, explicó.
En diálogo con Radio Caput, el delegado rechazó los argumentos de la empresa y denunció la construcción de una nueva sucursal. “Dicen que tienen severas causas económicas, lo cual es mentira. Esta determinación la toman porque están construyendo una fábrica nueva en Olavarría con mayor producción y menor personal, planean destruir nuestra fábrica y nuestro pueblo por una ganancia económica para ellos”, explicó. “Tiene el monopolio del cemento, tienen arriba del 50 por ciento del mercado. Rondan las 12 millones de toneladas al año, por eso invierten en una fábrica nueva.Hace un mes estuvo el presidente y te dicen que es una buena noticia la fábrica nueva, pero esconde peores noticias para muchos trabajadores y sus puestos de trabajo”, agregó.
Luego de conocerse “el reordenamiento” de la empresa, propiedad de la brasileña Camargo Correa, el distrito de Benito Juárez se declaró en estado de alerta social, económico y laboral. El intendente Julio César Marini firmó el decreto que rige “hasta el 31 de diciembre” por el impacto económico que la cementera tiene en Barker y Villa Cacique.
El domingo, todo el pueblo se movilizó para conservar las fuentes de trabajo. Trabajadorxs y vecinxs realizaron una marcha multitudinaria con antorchas desde la sede de AOMA hasta la entrada a la Planta Barker.