*Por Sebastián Premici para Agencia Cadena del Sur
La provincia de Chubut es una de las jurisdicciones más afectadas por la política de ajuste (casi extorsiva) delineada por el Gobierno nacional. En esta provincia del sur de la Argentina el ajuste se traduce, además de en una compleja situación económica, en una crisis política e institucional que tiene en jaque al gobernador Mariano Arcioni (y a la población en general). Un ejemplo de esta inestabilidad es lo que ocurrió la semana pasada, durante el segundo día del paro general en la provincia.
Falto de capacidad política para encausar el conflicto, el mandatario provincial optó por responsabilizar a los trabajadores que se habían manifestado en la puerta de la Casa de Gobierno por la muerte de un policía, quien en medio de empujones, tuvo un paro cardíaco. Las palabras del gobernador (y de las del jefe de la policía) no hicieron más que agudizar la situación en una provincia que está pagando el precio de seguir al detalle el proyecto de ajuste impartido desde el Gobierno nacional.
La ecuación es perversa. El Gobierno nacional, de manera deliberada, dejó de enviar recursos a la provincia en los dos primeros meses del año. Sólo cuando la Legislatura convalidó el Pacto Fiscal impuesto por Nación, el Poder Ejecutivo liberó fondos. Pero el precio fue muy alto. Arcioni tuvo que firmar un decreto de ajuste brutal sobre el Estado, justificado en la “crisis económica, financiera y administrativa” que vive la provincia. El decreto en cuestión no hace más que exponer la crisis política de la provincia.
Durante el segundo mes del año, los recursos que recibió la provincia tuvieron una baja en la comparación mensual del 7 por ciento. La provincia de Chubut no sólo dejó de recibir las compensaciones para equilibrar las pérdidas de los recursos coparticipables sino que también recibió cero pesos del Fondo Federal Solidario, que surge de las retenciones a la soja.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda de la nación
Para entender el disciplinamiento fiscal que aplica la Alianza Cambiemos y la mayoría de los gobernadores convalidaron de manera sumisa, hay que comparar con los recursos recibidos por la provincia de Buenos Aires. Si en la comparación interanual Chubut tuvo un incremento del 37 por ciento en sus recursos, la provincia gobernada por María Eugenia Vidal registró una suba del 62 por ciento. El disciplinamiento del Gobierno nacional hacia las provincias da cuenta de su mirada centralista y antifederal (o mejor dicho, lo único federal en la gestión de la Alianza Cambiemos es el ajuste para las provincias).
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda de la nación
Con el Pacto Fiscal ya convalidado por la Legislatura provincial, Macri soltó el grillete de los recursos y Arcioni recibió en marzo un 14 por ciento más de recursos en la comparación mensual y un 55 por ciento de incremento en comparación con marzo de 2017.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Hacienda de la nación
Pero como sostuvimos al principio de este informe, el costo del Pacto Fiscal fue muy alto. La firma del acuerdo implicará para la provincia la pérdida de 1400 millones de pesos de recursos genuinos, solamente compensados de mediar la “buena voluntad” de la Administración central.
El Pacto Fiscal será un salvavidas de plomo para las provincias. El otro elemento que agudiza la crisis en Chubut es su alto nivel de endeudamiento, cercano a los 29.000 millones de pesos. Según la consultora Economía y Regiones, fundada por Rogelio Frigerio, actual ministro de Interior y Obras Públicas, de los 6000 millones de pesos emitidos en Letras del Tesoro, más del 80 por ciento serían en dólares, un factor que le agrega más vulnerabilidad a la provincia.