El sábado, la policía de Córdoba mató al militante de la CTEP Marcos Jesús Soria, de 32 años, cuando volvía caminando a su casa en el barrio Angelelli II. El joven, padre de un niño cuatro años y una niña de 11 meses, fue golpeado salvajemente y asesinado de rodillas en un descampado.
Según un comunicado de “Encuentro de Organizaciones” donde Soria trabaja en un programa de huertas comunitarias, “el sábado 24 de noviembre, a las 6:48 horas, la Policía de la Provincia de Córdoba fusiló por la espalda a Marcos. Previamente había sido golpeado de manera brutal en un descampado, en posición de rodillas, por parte de dos uniformados”.
Silvia, cuñada de Marcos Soria, contó que le dieron un disparo en la cabeza luego de desfigurarlo a golpes.
“Mi cuñado venía a dormir por el lado de la plaza en donde estaba dando vuelta un patrullero. Le piden que se pare porque lo iban a controlar, él se niega porque es el mismo que siempre lo verduguea y salió corriendo. Lo empezaron a correr hasta que lo agarraron y lo golpearon, lo desfiguraron, lo subieron al móvil y lo llevaron al otro extremo del barrio y le pegaron de nuevo. Él intentó salir corriendo pero estaba muy golpeado y tiraron un tiro al aire, levanta los brazos para decir que no se iba a ir a ningún lado y el otro policía le disparó un tiro en la cabeza”, explicó la mujer en el programa “Crónica Anunciada” en El Destape Radio.
Por otro lado, desde el Encuentro de organizaciones, denunciaron amenazas contra lxs habitantes del barrio. “Este es un nuevo caso de gatillo fácil en la ciudad de Córdoba, denunciamos amenazas a lxs testigxs oculares por parte de los propios uniformados, incluyendo el jefe del operativo y denunciamos irregularidades en el proceso de detención de Raúl Miguel Ocampo (un vecino que por allí pasaba y que es indicado por parte de la Policía como “cómplice”) y de información por parte de la Unidad Judicial de Homicidio”, indicaron.
