La cooperativa CALF se había posicionado en contra el aumento impuesto por Nación pero no tuvo éxito.
Esta semana la noticia fue que comerciantes de Neuquén se encuentran en alerta y advierten sobre posibles cierres si se aplica el tarifazo de la luz que se impone desde Nación. Los asociados de CALF harán un ruidazo contra el tarifazo que consideran impagable.
Medios locales informaron que un grupo de comerciantes neuquinos decidieron organizarse para enfrentar el aumento de luz que se sentirá con las facturas de marzo. Quieren evitar despedir personal o sumarse a los tantos que ya han cerrado sus puertas.
El presidente de CALF, Carlos Ciapponi, expresó que la situación que viven los comerciantes locales no le es indiferente a la cooperativa porque “el aumento de las tarifas tiene un impacto desproporcionado y no estamos de acuerdo con el mismo”.
CALF había impulsado el reclamo que llegó a nacionalizarse y ocupó espacios en los medios porteños. Ciapponi viene solicitando una reunión con el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, para plantearle que aplicar el aumento que estableció la Resolución 366 repercutirá de forma negativa en todo el sistema, porque los usuarios no podrán pagar las facturas y eso generará cierres y despidos en un sector que ya viene golpeado por la caída del consumo.
Historia del reclamo
A principio de año la cooperativa CALF había iniciado una explícita rebelión que pretendía extenderse por todo el país en contra de la última quita de subsidios al sector de distribución de electricidad (que implica el fin de la tarifa social) y los nuevos incrementos en el costo de la energía.
Desde la cooperativa entienden que ya no pueden aplicarse a los usuarios más incrementos en sus facturas. El titular de CALF, explicó por entonces que el cese del subsidio para una tarifa social afecta en la capital neuquina directamente a 13.000 usuarios del servicio. “Quienes pagaban 600 pesos, pasarán a pagar cerca de 1.000”, explicó para ejemplificar qué pasaría si se traslada a la factura el quite del subsidio y nadie se hace cargo de su costo.
En febrero, la conducción de la cooperativa volvió a la carga en su intento de resistir a la aplicación de un nuevo tarifazo que afectara a sus usuarios. Mediante una asamblea el presidente, Carlos Ciapponi, buscó el aval de la asamblea de delegados para mandar un documento en rechazo del incremento a Cammesa y la Secretaría de Energía del Ministerio de Hacienda de la Nación
Según Ciapponi, el aumento de Cammesa implica que a CALF le cueste 150 millones de pesos la energía que hasta ahora le costaba 100 millones por mes. “Los vecinos de Neuquén absorbieron un aumento del 1600% (desde 2016 hasta enero de 2019). Otro aumento, que lo llevaría al 2500%, sería imposible. Si los vecinos no pagan, tampoco podría pagar CALF” expresó.
La asamblea de la cooperativa de servicios públicos de Neuquén, CALF, finalmente autorizó a su consejo directivo a buscar una negociación con la mayorista de energía eléctrica, para evitar aplicar el último aumento planteado, pero, de no lograr frenarlo, el mismo se terminará aplicando.