*Por Rafael Ortiz
Da vergüenza ajena ver cómo la máxima autoridad judicial jujeña es de una calaña tal que ante su desazón por la resolución del Grupo de Trabajo de la ONU de exigir la inmediata libertad de Milagro, no titubea en tomarsela contra el Cels, su presidente y Zaffaroni, en vez de hacer la autocrítica y reconocer la ilegal detención que mantienen de Milagro y sus compañeros desde hace un año y casi cuatro meses.
La auto descalificación que se realiza esta magistrada con tan bajo nivel de consideración a un organismo internacional, da cuenta de la gravedad de la falta de las garantías constitucionales en nuestro país, que padece de uno de los obstáculos más grandes cuando se carece de jueces imparciales e independientes para hacerlas respetar.
*Esteban Rafael Ortiz es defensor público e integra Justicia Legítima Córdoba.
La detención de Milagro es tan ilegal como frío es el caribe