El gobierno nacional habilitó la reapertura de actividades culturales presenciales en zonas «de alto riesgo epidemiológico y sanitario» de todo el país, con el 50 por ciento de público para salas de teatro y 30 para cines. Sin embargo, representantes de salas independientes reaccionaron con cautela, reclamando ayuda estatal y advirtiendo que «no hay margen para otro cierre».
Tras haber adaptado a finales de 2020 las salas para cumplir con el protocolo y luego tener que cerrar, descreen que la apertura, en invierno y con una situación epidemiológica compleja, vaya a ser definitiva.
La decisión, con firma en el Boletin Oficial del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, establece que «en las salas de teatros y de espectáculos se permite un 50% de aforo, sin expendio de bebidas y comidas y en los cines se permite un 30 por ciento de aforo, con expendio de golosinas y bebidas, el que podrá ser aumentado conforme la situación epidemiológica y de conformidad con los protocolos vigentes».