Rodolfo, la Patagonia y la Carta abierta a la Casta de los sueños rotos

*Por Valeria di Croce y Sebastián Premici para Agencia Cadena del Sur

Rodolfo Walsh nació el 9 de enero de 1927 en Pueblo Nuevo de la Colonia de Choele-Choel en Río Negro, muchas veces leemos que nació en Lamarque, la confusión surge porque así se llamó su lugar natal a partir del año 1942.

La cosa es que nació en la Patagonia, en la provincia de Río Negro. Rodolfo era patagónico y como el viento que todo lo empuja dejó su aire en los rincones de cada página por la que sobrevoló su pluma.

Ayer se cumplió un nuevo aniversario del Golpe Cívico Militar de 1976. Pasaron 43 años desde que algunos medios de comunicación anunciaran la llegada de “un nuevo gobierno”.

Un año después, Rodolfo hacía pública la Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar. Era 25 de marzo de 1977, un día después mientras comenzaba a repartirlas fue emboscado, atacado y acribillado a balazos por un grupo de tareas, el cual se llevó su cuerpo moribundo y lo secuestró ilegalmente. Pasó desde ese momento integrar la lista de desaparecidos.

Lo que no desapareció y sigue vigente hoy, a 42 años de su escritura, es la contundencia de aquellas palabras. Cada uno de los párrafos de la Carta Abierta a la Junta penetró en la piel de aquellos que entendemos que esta, nuestra profesión, el periodismo, se carga como un terrible oficio (“el terrible oficio de escribir”) de contar y dar voz a los “nadies”.

Rodolfo está vivo y seguirá vivo no solo por la vigencia de las palabras que sangró cuando escribió esa pieza inoxidable, sino y sobre todo por la fuerza que transmite a quienes desde la Patagonia y desde cualquier rincón de la Patria Profunda, asumen el desafío de arrancarle las palabras a la casta de los sueños rotos y lucha por transformar esta realidad que ahoga.

Hace un tiempo, cuando se cumplió un año de la asunción de Mauricio Macri como presidente, comenzamos a escribir una reversión de aquella Carta Abierta a la Junta Militar. Nos quedamos a mitad de camino, creemos que los motivos fueron varios…uno –tal vez el principal- la desaparición y posterior aparición sin vida de Santiago Maldonado. Estaba allí la consumación del retorno de la Casta al poder. Estaba en la historia de ese joven  víctima de un Crimen de Estado la confirmación de que habían vuelto.

Decía Rodolfo Whalsh que “las únicas cosas ingeniosas son las que el enemigo todavía desconoce. Los posibles hallazgos, necesitan un pozo para esconderse. Toda verdad transcurre por abajo, igual que toda esperanza. El que sabe algo no lo dice, el que dice algo no lo sabe…”

Ajenos a la intención de llegar a la verdad sobre lo que pasó ese 1° de Agosto en la Pu Lof en Resistencia Cushamen solo escupieron en el rostro de la familia sus infamias. Respondieron con sus argumentos vacíos y miserables a la lógica del poder: pretendieron solo tener razón, y así buscaron imponerse a fuerza de tapas y esbirros sin un poco de decoro. La verdad, está en otra parte.

Son una máquina perfecta de generar miedo. Un dispositivo para consolidar el mensaje del  disciplinamiento social.

El gesto. Patear el tablero y sacar los pies del plato. Son muchos quienes aun hacen de esta profesión un verdadero oficio (“el terrible oficio de escribir” lo que sangra, lo que duele, lo que late o ha dejado de latir) en un sinfín de rincones en esta Argentina que duele en donde los dedos se mueven al ritmo del mimeógrafo de Rodolfo son muchos. No ha terminado el periodismo, simplemente se ha dejado de difundir.

En estos tiempos de planificación sistemática es indispensable dejar de denunciar hechos aislados, todo lo que nos rodea es un código miserable que rige la cotidiana agonía del Estado de Derecho.

Asumir la primera persona y protagonizar el plural de una verdadera trasformación sobre la manera en la que decimos y nos decimos frente al poder. Nuestro cuerpo es la escenografía de la tragedia. Nuestras palabras son el aire que nos mantiene con vida.

Nuestro silencio será poner en terapia intensiva a un pueblo que necesita informarse para luchar en contra de la mentira planificada.

No seamos simples espectadores de una época en la que se ha naturalizado la pérdida de derechos y el accionar represivo de un estado que desaparece en su expresión democrática.

Estemos todos fuera de lugar. Seamos parias verdaderos de un sistema mediático que solo nos niega con sus dispositivos. No repitamos sus lógicas en tiempos de masacre, mantengamos la vida de la palabra en nuestras “plumas”.

La democracia costó la vida de miles de pibes y pibas. Hoy muchos de los hijos de 30 mil ven cómo una parte de la sociedad repite las lógicas que les  impidieron a ellos  durante años abrazarse con sus abuelas, o simplemente conocer el sonido de voz de sus hermanos y poder tener en sus manos la foto de sus padres y sentirse orgullosos de ellos y ellas.

El Estado fue y es responsable de esos dolores que no cesan. Como dijo Sergio Maldonado, la  muerte de Santiago “es un dolor que no se detiene”.

A raíz de haber investigado en Agencia Cadena del Sur la desaparición y muerte de Santiago, ayer nos preguntaban que similitudes podrían encontrarse con aquellos años trágicos. Difícil explicar lo que vivimos durante esa investigación. Pero si hay algo que nos fue transmitido por distintas voces a lo largo de este último año y medio es la sensación del miedo, el miedo instalado en la piel a través de un dispositivo del terror que volvió a operar con total impunidad en la Argentina. Miedo a que te puedan fusilar, miedo a que pretendan cazarte en el medio de la Patagonia, sin más testigos que las víctimas y los cazadores.

Un miedo real, palpable. En Esquel, las fuerzas federales intimidaron hasta los médicos de su hospital público por el solo hecho de haber atendido en algún momento a las comunidades originarias. Ese miedo, el miedo de la persecución permanente. Todo lo que se escriba sobre la Alianza Cambiemos y su modus operandi represivo, autoritario, es una actualización constante de esa Carta que comenzamos a reescribir en el año 2017 …y que se actualiza día a día…

 

Intentos de reescritura

Carta Abierta a la casta de los sueños rotos

1

Los actuales niveles de censura, o mejor dicho, una libertad de expresión fraguada y supeditada a los designios de los medios de comunicación hegemónicos que estigmatizan, violentan y protegen al Presidente de la Nación. A esto hay que sumarle la persecución y estigmatización de todo aquel que se reivindica como parte de un proyecto nacional y popular -al igual que la Revolución Fusiladora prohibió todo lo vinculado a los símbolos peronistas- y la violencia (simbólica) hacia miles de trabajadores por su pertenencia política. Esto no se veía en la Argentina desde 1976. La represión se observa y se siente cada vez más en las calles y los barrios, junto la rabia con olor a revancha de las fuerzas de seguridad. Estos son algunos de los hechos que motivan esta forma de expresión.

Este 24 de marzo de 2017 es propicio para recordarle a la ciudadanía en su conjunto que ustedes no son parte de esa “nueva política” como tanto pregonaron desde sus usinas de pensamiento sino que son parte de una casta social que cree que nunca debió abandonar el poder. Ustedes se creen el poder. Cuando decimos que son los hijos civiles de la Dictadura, queremos dejar en claro que ustedes son parte de la casta que creció económicamente haciendo negocios durante la dictadura, mientras que los milicos hacían el trabajo sucio. No fue un error querer modificar el día en que se recuerda al Golpe, sino que fue su intento para estar ausentes – en algún retiro espiritual o jugando al golf-  cuando desde la Plaza de Mayo cientos de miles de argentinos les recuerden que ustedes son la continuidad de la Dictadura. Ustedes son la continuidad de la miseria planificada.

Con su llegada al poder (a través de las urnas) lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio del kirchnerismo sino la posibilidad de un proyecto donde el pueblo siguiera construyendo la justicia social que su casta intentó destruir no desde el Golpe del 76 sino un poco antes, con el inicio de la Fusiladora. Con ustedes quedó obturada, momentáneamente al menos, la posibilidad de seguir avanzando con un proyecto político transformador (plausible de ser criticado y con cuestiones pendientes) que siempre tuvo  en el centro el bienestar del conjunto de los argentinos. A ustedes les dolió el proyecto político iniciado en 2003. De ahí su revanchismo autoritario.

Ustedes llegaron para ser una minoría gobernante que desprecia al pueblo y a las mayorías. Su ministro de Hacienda –Nicolás Dujovne al momento de iniciar la escritura de esta carta- es alguien que cree que “gobernar pensando en la gente” o que los acuerdos parlamentarios son variables que aumentan el déficit del Estado. Democracia contable. Para ustedes, los derechos populares son una cuenta que siempre debe estar en negativo o en rojo.

Como casta social mafiosa que surgió de las entrañas del Golpe Cívico Militar aprendieron que para condicionar al pueblo necesitan legitimar sus métodos  junto a sus socios mediáticos (que hoy forman parte de esa misma casta mafiosa). El Grupo Clarín se encarga de legitimar esa violencia cuando instala desde su tapa que gobernar a través de DNU “no es autoritario sino que es una forma de mostrar autoridad”. Democracia contable. Democracia fraguada. ¿O Dictadura perfecta?

2

Hoy no necesitan valerse de la clandestinidad para crear temor, terror o disciplinamiento social. Así como el Tucumán del `75 fue el ensayo represivo como antesala de la última Dictadura Cívico Militar, la Jujuy de 2016, con la detención ilegal de Milagro Sala y otros referentes políticos de la Tupac Amaru, avalada por los CEOs que ocupan el Gobierno nacional, es la manera de recordarle al conjunto de la sociedad que sus negocios no pueden ser tocados. A Milagro la detuvieron porque enfrenta todo lo que ustedes son.

Su desprecio por las instituciones internacionales – desde el Presidente, sus ministros y la del gobernador de Jujuy, (General) Gerardo Morales- es la manera que encontraron para recordarnos que todos somos sujetos pasibles de sufrir la persecución estatal. Es también una señal que le dieron a las fuerzas de seguridad para actuar de manera desembozada, dentro de un aparente régimen republicano. Hoy esas fuerzas de seguridad detienen pibitos en la calle, no les importa amenazar con su arma en la vía pública, realizan operativos espectaculares en barrios populares. Todavía no salieron a matar de manera sistemática, pero se les ve el chorro de sangre por la comisura de sus labios.

La detención de Milagro Sala es parte del libreto perfectamente ensayado para continuar con su plan de miseria planificada. Antes, necesitaron construir y demonizar a los jóvenes revolucionarios a los que llamaban subversivos. Mucho antes fueron los cabecitas negras. Hoy demonizan a los luchadores populares, a los jóvenes de barrios pobres, a los negros, a los extranjeros. Mienten con las cifras sobre la cantidad de presos detenidos, confunden a la ciudadanía y utilizan su aparato de comunicación (los medios privados que colaboraron con su llegada al poder) para justificar sus arbitrariedades. Su plan sistemático de miseria planificada es la continuidad con los modelos represivos del ´55 y ´76.

3

Cada uno de los crímenes cometidos durante la última Dictadura Cívico Militar, los fusilados, torturados, detenidos desaparecidos, las empresas robadas, vuelven a cometerse con la misma crudeza ante cada expresión de su negacionismo. Usted, señor Presidente, dice que no le importa cuántos desaparecidos hubo. Creemos que dice la verdad. No le importe porque usted pertenece a la casta social mafiosa que se enriqueció con los negocios de la dictadura. Sociedades Macri (Socma) pasó de tener 7 empresas al inicio de la Dictadura a 47, mientras que en para 1987, ascendían a 51 empresas.

Las declaraciones de Lopérfido sobre los detenidos desaparecidos o el carapintada Gómez Centurion no resultaron solamente expresiones individuales, fuera de contexto o meras chicanas. Fueron y son la expresión viva del pensamiento que anida en la Alianza Gobernante. Ustedes son los hijos civiles de esa Dictadura. La presencia de dos Braun en el gabinete (familia con estirpe genocida desde las matanzas de la Patagonia en los años 20 del siglo pasado), los Anchorena (con un cargo en la Secretaria de Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo), Martinez de Hoz (en el Instituto de la Propiedad Industrial), Blaquier (que ya abandonó el gobierno pero era el administrador del FGS), Horacio Tomás Liendo, nieto del militar Liendo (con un cargo en el Banco Central) o Jorge Aguado, hijo del Jorge Aguado secretario de Agricultura de Viola, gobernador de la provincia de Buenos Aires y hombre de Carbap. En democracia, se recicló en las empresas del Grupo Macri. Y su hijo fue funcionario del PRO en CABA. Estos nombres no son más que un recordatorio de que ustedes son parte de la misma casta social favorecida durante el período 1976-1983 (y antes 1955-1973). Ustedes son la continuidad de la miseria planificada.

4

El Paro Internacional de Mujeres tuvo una relevancia doble en el país. Fueron las mujeres las que se animaron a realizar una huelga general, por segunda vez, al actual Gobierno nacional. Y eso enojó a las fuerzas de seguridad. Un grupo de canas, “muy machos ellos”, disfrutaron de a agarrar a una piba, arrastrarla, golpearla y meterla presa, como antes disfrutaban de las vejaciones en los Centros Clandestinos de Detención. ¿El delito? Pararse con la frente en alto y los ovarios bien puestos. El desenfreno de las fuerzas de seguridad ya se palpa en las calles. Otro grupo de pibes que protestaba por los cortes de luz fueron reprimidos con bala de goma, y cuatro de ellos detenidos. Los molieron sistemáticamente a palos en la comisaría. Trabajadores ambulantes son decomisados con saña a la vista de todos, con la mirada socarrona de los que portan un arma. Los jubilados fueron reprimidos, los trabajadores platenses fueron reprimidos, como antes habían sido reprimidos los trabajadores del Borda, cuando Macri era jefe de Gobierno porteño.  “Lo hacemos porque sí porque ahora podemos”. El autoritarismo crece y es avalado desde la Casa Rosada.

Desde el 10 de diciembre de 2015, el diario La Nación agudizó sus reclamos para “terminar con el curro de los derechos humanos”, frase utilizada por Macri durante su campaña presidencial. Desde sus editoriales anónimas, le exige al titular del Poder Ejecutivo que vuelva a imperar la “Teoría de los dos demonios”, como en los años `80 y que los represores presos por delitos de lesa humanidad puedan cumplir sus condenas en sus casas. Habla de la “pacificación del país” y para eso, reclama una renovada impunidad para los que planificaron de manera sistemática la desaparición de compañeros, hijos, hijas, nietos, familias enteras. Pero no sólo eso: planificaron de manera sistemática el desapoderamiento de empresas, el disciplinamiento económico, social y cultural del conjunto de la sociedad.

La Nación –como esa voz que solía estar en las sombras, agazapada, y que ahora no se avergüenza de mostrarse tal cual es- le reclama a Macri ser “el fiel de la balanza” cuando en realidad, son los continuadores del disciplinamiento social y económico. Lo fueron también durante la década del 90 y retomaron ese camino hace 15 meses. La Historia es un proceso de rupturas y continuidades. Y usted, señor Presidente, simboliza la continuidad de todo lo funesto que tuvo este país.

En este entramado de grandes complicidades, no podemos dejar de mencionar el aparato judicial que lo protege. No se nos escapa que lo único que le ha aportado la UCR (no el radicalismo yrigoyenista y alfonsinista sino el que suele ocultarse en las alcantarillas) a su Alianza gobernante es la ayuda de jueces y operadores judiciales tan hijos civiles dela Dictadura como ustedes.

5

“En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”. Rodolfo Walsh no podía haber sido más asertivo. Ustedes fueron y son la miseria planificada.

Antes (1976-1977) y ahora, han reducido ustedes el salario real de los trabajadores. Con una devaluación inicial del 40 por ciento, estirada luego al 60 por ciento, pulverizaron la capacidad de consumo de la población. Y al mismo tiempo le transfirieron de manera instantánea a los sectores concentrados de la economía vinculados al agro 26.000 millones de pesos.  Eso en el primer mes de su gobierno. Después fueron tantos millones de pesos.

Ustedes creen que son más sutiles pero persiguen el mismo fin, la abolición de los reclamos colectivos ante los atropellos económicos y sociales. Persiguieron trabajadores del Estado no bien se sentaron en sus despachos, armaron listas negras, persecutorias, denigraron a hombres y mujeres, nos tildaron de “grasa militante”. Esa oleada de despidos inicial fue la luz verde para que las grandes empresas también sintieran la libertad de despedir trabajadores y trabajadoras. Antes lo hicieron a golpes y desapariciones, ahora con la venia de la burocracia sindical, entreguista o dialoguista (cada uno puede elegir el calificativo que quiera). Pero no todos los sindicatos y trabajadores actuaron de la misma manera. Si el paro general contra este Gobierno ocurre, será por la presión de las bases de trabajadores y trabajadores y de los sindicatos que no quieren que éste sea un país para ricos.

Desde el 10 de diciembre de 2015 la Argentina es un país cada día más injusto. Aumentó la pobreza de manera descomunal, se eliminaron programas de contención en los barrios, se destrozaron fábricas con la apertura de las importaciones, causando más despidos. Todo esto justificado con el verso de la herencia recibida. Los resultados de esta política fueron fulminantes. En 15 meses de gobierno cayó el consumo de bienes en general y de alimentos también. La caída del consumo es sistemática desde enero de 2016. Los comedores y las copas de leche también volvieron a ser parte de un escenario común en las calles de los conurbanos. Los entramados productivos e industriales también fueron pulverizados.

“Como si fueran metas deseadas y buscadas”, han reducido ustedes el presupuesto en salud, eliminaron medicamentos para los jubilados, volvieron a privatizar la producción de remedios, al entregar la potestad de las patentes a los Estados Unidos (no por nada al frente del INPI están Dámaso Alejandro Pardo, acompañado por José Alfredo Martínez de Hoz, hijo del ex ministro de Economía de la dictadura. Ambos son socios y representantes legales del estudio Pagbam -Pérez Alati, Grondona, Benites Arntsen & Martínez de Hoz- que asesora a las principales empresas transnacionales en propiedad intelectual), recortaron el presupuesto para ciencia y tecnología, violentaron la ley federal de educación. El objetivo es, nuevamente, la descentralización del sistema educativo, tal como lo iniciaron primero en la Dictadura Cívico Militar, y luego durante el neoliberalismo menemista.

Y por si esto fuera poco, retomaron su plan original de flexibilización laboral bajo el “agradable” argumento de que así atraerían inversiones. En realidad, es una estrategia para bajarle los costos al “capital”. Es decir, maximizar y amplificar las ganancias de los sectores concentrados. Este modelo de ajuste sólo cierra con la opresión de los trabajadores, con la quita de sus derechos adquiridos, y con la explotación.

No fue  casualidad que una de las primeras medidas de esta casta social mafiosa al frente del Poder Ejecutivo haya sido la eliminación de las retenciones al sector agropecuario, es decir una enorme transferencia de recursos hacia el sector primario y al mismo tiempo, el desarme del organismo que en los últimos tres años había puesto la lupa sobre la explotación laboral rural (Renatea), y al mismo tiempo se le entregó la potestad de la fiscalización laboral a quienes habían sido durante años los garantes de esa explotación (Uatre). Es decir, maximización de recursos y disciplinamiento social, dos caras de una misma política económica que empieza a repetirse en todos los sectores.

Tampoco fue casual la decisión de tener a Milagro Sala presa, una presa política de su Gobierno,  una suerte de ofrenda al capital privado y una demostración de poder frente a todos aquellos que osen desafiar a las autoridades.

Otro eje central de este programa de exclusión es el fenomenal endeudamamiento externo. El Tesoro nacional se endeuda, el Banco Central se endeuda, el Banco Nación se endeuda para prestarle al Tesoro, los bancos privados son autorizados para prestarle depósitos en dólares al Tesoro (algo que se había prohibido luego del famoso Corralito).

Ante la caída sistemática del consumo, la industria y por ende del PBI, el único camino elegido por la casta social mafiosa para cubrir sus déficit gemelos fue el endeudamiento externo. Entre diciembre de 2015 y noviembre de 2016, su Gobierno  endeudó al país por 48.343 millones de dólares. A esto hay que sumarle la deuda del BCRA a través de las Lebac con otros 22.000 millones de dólares. Según un trabajo de Claudio Lozano para el libro Decíamos Ayer, de Eduardo Blaustein y Martín Zubieta, durante la última Dictadura Cívico Militar el endeudamiento en dólares fue de 36.984 millones de dólares. Es decir que en tan solo año de gestión, la casta social mafiosa endeudó al país en un 47 por ciento más que los 8 años de Dictadura. Un verdadero plan de miseria planificada.

Mientras tanto, el Estado desaparece (o es desaparecido). El discurso xenófobo crece, se modifican por decreto las leyes migratorias, aumentan los presupuestos para la seguridad (de repente el discurso de la “inseguridad” dejó de repiquetear en los medios hegemónicos de comunicación). En la Ciudad de Buenos Aires, además de la Metropolitana se creó una fuerza local y para financiarla se le aumentó a esta jurisdicción los recursos que recibe por coparticipación, que en un año crecieron un 250 por ciento, cuando al resto de las provincias la coparticipación sólo creció un 28 por ciento.  A su vez, se le dio poder de policía a las fuerzas armadas dentro de lo que se conoce como zonas militares. La trampa está en que cualquier lugar puede ser declarado zona militar con acuerdo del Congreso. Es el huevo de la serpiente.

6.

Otra vez los técnicos del FMI son recibidos con alfombra roja y su palabra se hace ley, por más que eso conlleve el sufrimiento del pueblo como siempre ha ocurrido. Piden ajuste, y ajuste habrá. Frente a este credo neoliberal, la vieja oligarquía especuladora y grupos económicos hegemónicos, internacionales y vernáculos, son los grandes beneficiarios de las políticas económicas, de la miseria planificada. Antes fueron la ITT, ESSO, las automotrices o la US Steel, ahora son la Shell, los bancos privados que se benefician con la timba del endeudamiento, el Grupo Clarín (por sus negocios en telecomunicaciones, la derogación de facto de la ley de servicios de comunicación audiovisual, y ahora el negocio del futbol televisado), las exportadoras agropecuarias. Más del 70 por ciento de los altos funcionarios del Gobierno son empresarios.  Es decir, ganadores directos de la miseria planificada. Hay 25 economistas de la city que ocupan cargos relevantes en el Gobierno nacional, en la provincia de Buenos aires y en la ciudad homónima.

La eliminación de las retenciones, la devaluación y la venia para exportar carne a gusto disparó los precios de los alimentos. Los ganaderos de siempre, los más beneficiados. Y en la Patagonia, el que ganó con esa política fue la familia Braun, dueños de La Anónima (Miguel Braun es secretario de Comercio y luego está Marcos Peña Braun, jefe de Gabinete).

“Saliendo de la General Paz, la gente no come lomo, porque es un corte magro, y los que vivimos en el campo, nos gusta la carne gorda, con grasa, que es lo que le da sabor. A 100 kilómetros de la Capital, el lomo vale igual que la pulpa. La eficientización (sic) sería esos lomos venderlos en los lugares donde sí tienen demanda. Vendiendo el lomo más caro serían más baratos el resto de los cortes”, sostuvo Luis Miguel Etchevehere, actual presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Un émulo de Celedonio Pereda, el titular de la SRA durante la última Dictadura Cívico Militar: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos”, decía Pereda, citado por Walsh.

El privilegio de la patria agro ganadera fue en detrimento de las economías regionales. En el discurso de campaña, habían prometido defender a todas las producciones. Pero no. La apertura indiscriminada de las importaciones afectó a los productores de frutas, cítricos y productores de cerdos y pollos. También se destruyó la industria textil  en distintas provincias y los desarrollos industriales en Tierra del Fuego. Federalismo mentira. Otra vez la sombra de los pueblos fantasmas.

“Se aumentan las ganancias de Shell (y la Esso), rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong y en Singapur y desocupación en Argentina. Frente al conjunto de esos hechos, cabe preguntarse quiénes son los apátridas”. La lucidez de Rodolfo todavía apabulla.

Los medios hegemónicos no se harán eco de estas palabras, o si lo hacen será para denostar al colectivo que hay detrás de ellas. La descalificación, la persecución, la extorsión han sido y son su modus operandi, el mismo que lleva adelante la casta social mafiosa que hoy conduce los destinos del país. Sin embargo, como lo creí Rodolfo Walsh, estamos convencidos que nuestro rol es dar testimonio en estos momentos difíciles.