El Presidente de la Nación, Mauricio Macri, repitió su libreto y volvió a desligarse de la crisis económica generada por sus políticas de ajuste: nuevamente habló de la «pesada herencia» y le endilgó al peronismo «la vocación de retener privilegios». Además, le adjudicó el aumento de la pobreza a «la corrupción» y ratificó su candidatura a la reelección.
En conversación con los medios oficialistas Clarín y La Nación, el mandatario se refirió a los números de la inflación, aunque evitó hacer pronósticos: «Estamos en el orden del 3% mensual, pero hay que pensar que veníamos de un 6% en septiembre y en octubre. Si persistimos en este camino, vamos a ver una baja sistemática», vaticinó.
En tanto, añadió que «soy el primero en cuenta de que el camino del cambio que emprendimos está comenzando. Entonces, lo peor que podría hacer es abandonar a todos los argentinos que creen realmente que hay una Argentina que se incluye en el mundo, con una mejor calidad democrática y que apuesta a las instituciones sólidas. Una Argentina donde no se miente, no se roba, y donde se ha avanzado, pero todavía falta mucho».
Sobre la crisis económica, Macri dijo que «veníamos bien» pero «las tensiones de Estados Unidos con China giran y los mercados emergentes se quedaron sin financiamiento y encima nos tocó la peor sequía en 50 años». «Por eso agradezco como han bancado los argentinos y el apoyo internacional, a través del FMI, así comenzamos a salir de la tormenta”, agregó.
