María Condori, una de las imputadas en el juicio denominado «Pibes Villeros», declaró este miércoles y aseguró que José Luis “Pato” Estrada, actual interventor de la organización barrial Tupac Amaru y funcionario del gobierno de Gerardo Morales, ofreció desvincularla de la causa a cambio de que declare en contra de las dirigentes sociales Milagro Sala y Graciela López.
En su declaración, María Condori aseguró al tribunal que tanto ella como su hermana Adriana Condori, fueron llevadas contra su voluntad al estudio legal de uno de los abogados de Gastón Morales, hijo del gobernador de Jujuy, dónde nuevamente fueron presionadas para prestar declaración involucrando a la Diputada del Parlasur.
Por su parte Juan Cacho Brajcich, ex concejal y miembro de la Unión Cívica Radical, las recibió en el Instituto de Vivienda y les prometió obras para sus cooperativas siempre y cuando las hermanas Condori involucraran a Graciela López en sus declaraciones en la causa conocida como “Pibes Villeros”.
Tanto María como Adriana Condori denunciaron que recibieron amenazas y temen por su integridad física y la de sus hijos. Desde el Comité Nacional por la Libertad de Milagro exigieron a la justicia que resuelva el pedido efectuado por la defensa técnica de María Condori, quien solicitó una consigna policial de custodia para su domicilio en virtud de las amenazas recibidas y que al momento no se ha hecho efectiva pese a que el tribunal la resolvió de forma favorable.
«Hacemos responsable al Gobierno Provincial de todo cuanto pudiere ocurrir con sus vidas e integridad y denunciamos nuevamente la persecución y hostigamiento del que son víctimas los presos y presas políticas de la provincia de Jujuy», indicaron desde el Comité.
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