Desde la cárcel, Amado Boudou reflexiona sobre las fórmulas jubilatorias

El ex vicepresidente Amado Boudou, detenido con prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza, escribe esta nota donde realiza  consideraciones sobre la fórmula utlilizada durante el kirchnerismo para el aumento en las jubilaciones; cómo fue aquel debate legislativo y la comparación con la reforma que intenta implementar el gobierno de Mauricio Macri.


Por Amado Boudou
16 de diciembre de 2017

SOBRE FÓRMULAS:

En el año 2008 cuando llevamos al debate parlamentario la fórmula para aumentar las jubilaciones, la oposición (que hoy está en el gobierno) argumentaba que los aumentos serían muy pequeños y por eso votó en contra.

Hoy esos mismos actores proponen cambiar dicha fórmula porque… ¡los aumentos son demasiados grandes!

¿Qué pasó en el medio? El Gobierno Rivadaviano pretende usar la plata de lxs jubiladxs para pagar las deudas que él mismo está contrayendo.

Nadie puede creer que si le sacan 100,000 millones van a estar mejor.

Nuestra fórmula aumenta las jubilaciones por dos conceptos:

  1. Cuando aumentan los salarios: para las jubilaciones no pierden relación con el ingreso de lxs trabajdorxs activxs.
  2. Cuando aumentas los recursos tributarios de ANSES: para que lxs jubiladxs participen del crecimiento de toda la economía y, además para asegurar la sustentabilidad del sistema.

El cambio que pretende imponer el gobierno tiene al menos dos consideraciones:

  1. El ajuste por inflación se realizaría a periodo vencido, es decir, lxs jubiladxs siempre van a “correr desde atrás” a la inflación perdiendo poder de compra cada trimestre.
  2. La canasta de bienes y servicios que consumen lxs jubiladxs es significativamente diferente a la que mide la inflación, dadas sus necesidades y posibilidades.

Además caben consideraciones macroeconómicas:

  • El gobierno al indexar la macroeconomía (en este caso indexando el sistema previsional), consolida un mecanismo de propagación de la inflación. Este lo seguirá alejando de sus fantasiosos objetivos, que ha incumplido sistemáticamente. La indexación jubilatoria provocará otro quiebre negativo a las expectativas.
  • Eliminarían la posibilidad de que lxs jubiladxs participen del crecimiento económico de la Argentina, si este se produjera.

Nuestra fórmula aumenta más y sin ninguno de estos problemas.

Sobre “empalmes” y “bonos”:

El supuesto bono que se propondría, no es ni siquiera un parche, ya que al otorgarse por fuera de la ley y por única vez, no formará parte de la base de cálculo para los futuros aumentos. Es decir, lo que lxs jubiladxs pierden en este periodo lo van a perder cada uno de los meses futuros para siempre. A esto hay que adicionarle la pérdida sobre el aumento que le correspondería a esta porción cada mes. En definitiva, la propuesta es entregar un bono hoy, para quitarlo cada uno de los meses futuros.

La magnitud del bono sería comparable con una oferta de alimentos de 12 productos que promocionan las cadenas para Navidad…

¡Pero llegaría en marzo!

Esto solo es para el “bono de primera” ya que existiría otro menor aún, vulnerando la igualdad ante la ley.

EL FONDO:

Las mejoras que paulatinamente produjo nuestra fórmula logró que lxs jubiladxs pasen a obtener cerca del 9% del PIB. En 2003, tenían alrededor del 5%.

El fondo de esta “reforma” es (como exige el Fondo Monetario Internacional y que este gobierno gustosamente acata) que lxs jubiladxs vuelvan a achicarse, perdiendo todo lo que fueron obteniendo. Insuficiente, pero ya obtenido.

¿Por qué? Porque el gobierno quiere usar el presupuesto público para pagar intereses de una deuda que ellos mismos agigantan como nunca sucedió en nuestra historia.

 

SOBRE DEBATES:

En 2008, fuimos al Congreso a dar el debate para discutir nuestra fórmula.

En paz y libertad. Sin militarizar el Congreso. Sin pegarle a nadie. Sin obstruir el ingreso de legisladores de la oposición. Sin usar balas, ni gases, ni bastones.

Algo cambió en la Argentina. Cambiaron, sí se podía. Lamentablemente!

El gobierno ejerce en la calle una violencia explícita. No solo la de las palabras… la de las botas, los golpes, los uniformes militarizados, la de los gases, la de patear personas en el piso, la de tirar gases a centímetros de la cara de una legisladora.

No fueron los manifestantes. Fue el gobierno.

En aquel 2008, escuchamos las criticas, debatimos con pasión. Ganamos el debate y la votación. La pasión NO es violencia. Violencia es restringir el ingreso de diputadxs y además golpearlxs, ellxs defendían, el jueves, sus ideas y los ingresos de nuestrxs jubiladxs.

Con pasión, NO con violencia. Violencia es que un uniforme impida el ingreso al Congreso a un diputadx. También es violencia bajar la capacidad de compra y el acceso al a salud de lxs adultxs mayores. Es violencia contar los vulnerables.

Este gobierno está ejerciendo la violencia del Estado contra quienes más lo necesitan, para ser benevolente con los buitres de ayer, de hoy y de siempre.

El jueves el gobierno tuvo la “virtud” de generar una postal como la que tanto critica en otros países. Pegadita a la de los garrotazos sobre manifestantes que acompañaron el fracaso internacional de la cumbre de la OMC en Buenos Aires. Una postal que nos inserta en el mundo (de la peor manera posible).

“Cambiemos lo hizo”.